Hoy quiero hablaros de un tema que no se puede estar cambiando de la noche al día, y por lo tanto suele conllevar mucho dilema, dado que no queremos errar. El color y la perspectiva..
Si algo hay a tener en cuenta a la hora de elegir los colores en decoración, es la luz natural de la vivienda. Nos marca unas pautas bastante definidas. Además tampoco es la misma luz la que entra por nuestras ventanas o balcones, en un mes de Julio, que en Noviembre. Con lo cual hay que contar con ello y utilizar el color como una herramienta a nuestro favor, para generar los efectos que deseemos. Haciendo parecer más grande, más alto o más luminoso cualquier habitación, salón, pasillo etc. Y tener en cuenta que esa misma luz en invierno nos puede proporcionar una impresión lúgubre y triste. Los colores aportan emociones, pero eso lo veremos en otro post, cuales vienen mejor a cada estancia y que emoción despiertan. En éste nos vamos a centrar en el efecto óptico y como generar proporción en las dimensiones. Aunque para ello los colores son la base. Pero sobre todo como vamos a jugar con los claros y oscuros para conseguir el equilibrio.
Partimos de que los colores neutros, siempre van a aportar calidez y cierto relax. Los colores más fuertes, interesa ponerlos en pequeños detalles de la decoración, como puede ser unos cojines, un jarrón, un cuadro o un detalle en cualquier parte de la estancia. Eso si nuestro carácter es más conservador y huimos de las excentricidades. Si no…arriesgamos un poquito más y saltamos a alguna pared, que queramos resaltar y darle una mayor presencia e importancia. Pero vamos poco a poco a ir viendo, que se puede hacer y como jugar con los colores, texturas, papeles pintados, foto murales etcétera.
Cuando la luz es pobre los clores claros ayudan mucho a ampliar la estancia. No es que vayamos a ganarle metros cuadrados a la habitación, pero el efecto óptico, es el de un espacio más amplio y desahogado. No es magia, es tan simple como que por ejemplo los colores claros, y especialmente el blanco, reflejan la luz y hacen que las habitaciones sean visualmente más amplias. Por el contrario, los colores oscuros achican las estancias. Es por ello que en pisos de dimensiones reducidas la recomendación sea la de pintar de blanco techo y paredes y con el mismo criterio elegiríamos unos suelos de color claro.
En casos de los techos en cualquier cuadro vería los cielos rasos, habitualmente, se pintan blancos para alejarlos visualmente. Así, la estancia parece más alta. Si queremos logran una sensación de techos infinitos deberíamos generar un contraste, pintando las paredes en tonos oscuros.
En contrapunto si lo que tenemos son techos demasiado altos o en estancias con doble altura, la técnica sería justamente la contraria. Emplearíamos un color más oscuro el techo que en las paredes y así visualmente lo acercaríamos. Este es el planteamiento más practicable y conocido de los efectos ópticos en decoración.
Aunque no es el único truco para jugar con las alturas en los techos. Por ejemplo, pintar las paredes con franjas de color verticales o utilizar un papel decorativo con el mismo efecto en las rayas, obtienes un efecto visual más estilizado que eleva ampliamente la altura de la estancia.
Después de ver cómo podemos hacer para jugar con la perspectiva en los techos y lo que influye el color etc. Vamos a pasar a otra estancia para ir viendo más maneras de alterar el impacto visual y lograr el efecto deseado.
En el caso de una habitación que arquitectónicamente no ofrece ninguna variante y es monótona por ser muy cuadrada, pues podemos ayudarnos cambiando el efecto visual y modificar su forma y sus proporciones, revistiendo o pintando dos de las paredes que se encuentren enfrentadas con un mismo color algo más oscuro, y la otras dos elegiremos en caso de haber revestido las otras, aquí pintaremos o viceversa, con una carta de colores en tonos más claro. Cuanto más contraste haya entre los oscuros o claros, más efecto visual se consigue.
En el caso de que vayamos a decorar una habitación demasiado alargada, los tonos más oscuros o revestimiento los pondremos en las paredes que queden más distantes.
Y al contrario con las paredes que quedan más cerca una de la otra, ésas las pintaremos o revestiremos con la gama de colores claros. De esta manera, visualmente las paredes alejadas quedan más próximas y el aspecto de la habitación nos ofrece un equilibrio.
Antes de ir a los colores, vamos a ir rematando el tema del efecto óptico, con uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos y parte muy importante de una casa, dado circulamos por él, constantemente. Los pasillos.
Largos, estrechos y oscuros. Rara vez con luz natural. Lo dicho, todo un reto.
Aquí como en el mundo de la magia, el truco de engañar a la mente, es el poder que consigue el objetivo final. El criterio es el mismo que en cualquier estancia de la casa, pero al no contar con la luz natural, debemos añadir una muy pensada distribución de luz artificial que sirva de apoya al resultado del color.
Luego también es cierto que hay una regla más básica en caso de pasillos estrechos que es pintar paredes y techo en un color muy claro, todo de la misma gama y a juego con el suelo.
Como hemos comentado antes los complementos de una casa, siempre han de ser un apoyo y socorrernos cuando lo veamos necesario. Lo que quiere decir que en el caso de que no contemplemos la opción de cambiar el suelo, nos bastará con poner una alfombra igualando en lo máximo el color de las paredes y que cubra lo máximo del mismo.
El techo aquí también es de tener en cuenta y seguiremos el criterio anterior sobre las franjas verticales etcétera. Una combinación que encaja perfecta decorativamente y a su vez conseguimos proteger las paredes dado que es una zona de mucho tránsito en una vivienda, es instalar a media altura un zócalo y así el conjunto queda perfecto
Cuando tengamos un pasillo largo y estrecho, lo ideal si nos lo permite porque la pared del fondo, sea pared y no puerta. Lo lógico vuelve a ser pintarla o revestirla de un color más oscuro que el resto y así conseguiremos acercar la pared y que parezca más corto y viceversa si el pasillo es corto.
Y para jugar con la altura si es demasiado alto, podemos permitirnos al ser una estancia reducida, pintarlo con una gama oscura y así la sensación es más agradable y da confort.
Una vivienda ha de tener un color base. El efecto parchís es algo que además de pasado de moda, no consigue crear ambientes que inviten al relax o el confort. Como hemos ido viendo, van a entrar en juego otros colores, texturas o revestimientos, para dar el toque personalizado del hogar, pero al menos dos tercios de la casa deberían llevar el mismo tono.